CÓNDOR ANDINO

Vultur gryphus

DISTRIBUCIÓN

El cóndor andino se encuentra distribuido a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde el sur de la Tierra del Fuego (Argentina y Chile) hasta el occidente de Venezuela. Uno de sus mayores hábitats se encuentra en el Cañón del Colca (siendo también uno de los mayores destinos turísticos del Perú) en la Provincia de Caylloma, Arequipa, en el sur del Perú. Sin embargo, las poblaciones registradas en Perú, Ecuador y Bolivia tienden a disminuir. Venezuela se convirtió en el hogar de dos cóndores en el año 2000 que dieron nacimiento a una polluela, la primera cóndor nacida en Venezuela desde su extinción y a quien los niños de Mérida durante una sesión especial del Consejo Legislativo Regional bautizaron con el nombre de Nareupa, cuyo nombre significa “Camino del Sol”.

BIOLOGÍA

El cóndor andino es reconocido como una de las aves voladoras más grandes del planeta, llegando en ocasiones a ser superado en envergadura solamente por el albatros viajero y el real, si bien el cóndor es más alto, más robusto y más pesado que aquellos. Los adultos llegan a medir hasta 142 cm de altura, y de 270 hasta 330 cm de envergadura,8​9​ con una media de 283 cm,10​ y pesan de 11 a 15 kg los machos y de 8 a 11 kg las hembras. Poseen la cabeza desnuda, de color generalmente rojizo, aunque el mismo puede cambiar según el estado de ánimo del animal; pico de borde muy cortante y terminado en gancho. Las alas son largas y anchas, y las patas, no prensiles, poseen uñas cortas y poco curvas, y con la inserción del dedo posterior elevada. Las mismas están adaptadas para la marcha y para la sujeción de la carroña. Alcanzan la madurez sexual aproximadamente a los 8 años. El plumaje juvenil de ambos sexos es de color marrón hasta alcanzar en mudas sucesivas el característico plumaje negro-azabache de los adultos. Una ancha banda blanca resalta en el dorso de las alas y un nítido collar blanco no completamente cerrado al frente, protege la desnuda piel del cuello. Los machos presentan una cresta o carúncula y pliegues en la cara y cuello que aumentan de tamaño con la edad. Alcanzan mayor peso y envergadura que las hembras y sus ojos son de color café. Las hembras no poseen cresta aunque al igual que los machos presentan pliegues. Sus ojos son de color rojizo. Es también una de las aves que vuela a mayores alturas, el cóndor andino puede volar utilizando las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido y pueden alcanzar hasta los 6500 metros de altitud; luego puede planear por cientos de kilómetros casi sin mover las alas extendidas, el cóndor consume muy poca energía y merced a su denso plumaje puede soportar climas gélidos. Los cóndores son prácticamente mudos al tener atrofiada la siringe.

STATUS DE CONSERVACIÓN

Los primeros cóndores criados en cautiverio fueron liberados en el medio natural en el año 1989. Donde el contacto humano con la cría natural de cóndores es mínimo; los polluelos son alimentados con títeres de guante que se asemejan a los cóndores andinos adultos con el fin de evitar la impronta de los polluelos con los seres humanos, que podría ponerlos en peligro al ser liberados, debido a que no ve a los seres humanos como un peligro. Los cóndores se mantienen en aviarios durante tres meses antes de la liberación, en el que se aclimatan a un ambiente similar al entorno donde serán liberados. A los cóndores se les realiza un seguimiento por satélite con el fin de observar sus movimientos y para controlar si aún están vivos. En respuesta a la captura de todos los individuos salvajes del cóndor de California, en 1988 el Servicio de Pesca y Vida Salvaje de EE.UU. comenzó un experimento de reintroducción que implica la liberación de cóndores en cautiverio a la vida silvestre de California. Sólo las hembras fueron liberadas para eliminar la posibilidad de introducir accidentalmente una especie de América del Sur en los Estados Unidos. El experimento fue un éxito, y todos los cóndores andinos fueron recapturados y re-introducidos en América del Sur antes de llevar a cabo la reintroducción de los cóndores en California. En agosto de 1991, en Pampa de Achala, Córdoba, Argentina, se dio origen al Proyecto de Conservación Cóndor Andino (PCCA). Este proyecto está organizado por el ZOO de Buenos Aires, la Fundación Temaikén y la Fundación Bioandina Argentina y cuenta con el apoyo de prestigiosas instituciones, nacionales e internacionales. Su principal objetivo es asistir a la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar la supervivencia de quien es considerado el Espíritu viviente de los Andes.

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